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domingo, 8 de septiembre de 2013
EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTROS!!!
Así es todos los días, lo que sucede es que nos cuesta descubrirlo. Os cuento: el próximo día 22 de septiembre a las 17.30 h en la Catedral de Albacete, seremos ordenados cuatro nuevos sacerdotes para la diócesis de Albacete. Cuatro canales más del amor del Señor, ocho manos más para que el Señor pueda seguir trabajando, curando, cuidando a sus hijos. Cuatro gargantas, cuatro lenguas para anunciar la Buena Noticia que hoy más que nunca necesita nuestro Mundo... Un regalo, un gran regalo que no merecemos.Estáis todos invitados.
Celebraré mi primera misa en la Parroquia de San Juan (Santa Iglesia Catedral) el domingo 29 de septiembre a las 17.30 h.
Unos días después tomaré posesión de las Parroquias de Peñas de San Pedro, el Sahuco, Pozuelo y la Solana, las cuales me ha encomendado mi Obispo.
En estos pueblos, puerta de la sierra Albaceteña, comenzaré mi ministerio, al amparo del Santísimo Cristo del Sahuco. Que Él me ayude para trabajar con alegría en esta porción de la Iglesia Albaceteña que me ha sido encomendada. Ya rezo por todos ellos!!
martes, 30 de julio de 2013
ESTABA SOLO Y HAS VENIDO A VISITARME
37. Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
38. ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
39. ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
40. Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
Ayer pude experimentar la alegría que sintió un amigo anciano al que hacía mucho tiempo que , por unos motivos u otros, no podía visitar.
Llamé a su portero automático y con voz triste, apagada, contestó: ¿quién es? cuando me escuchó , su voz se volvió fuerte, alegre y sobre todo transmitía deseo de que el encuentro se produjera pronto: ¡Ay que alegría! ¡sube, sube, sube! ¡Ay que alegría!.
Mientras esperaba el ascensor para subir, pensaba en lo fácil que resultaba hacer felices a los mayores. No hace falta más que un poco de atención y en este caso en concreto, hacía falta sembrar algo de ilusión, de amor de Dios en ese corazón cansado por los años, pero fuerte y más capaz que nunca para dar y recibir.
Nada había cambiado en la casa, la cafetera me recibía con su alegre gorgoteo, con el buen aroma del café que hacen esos viejos trastos . Mi amigo me esperaba en la cocina preparándolo todo porque sabe que me encanta el café. Había preparado mi taza ,que sabe cual es porque no cabe ni mucho ni poco, y porque los pajarillos que la adornan me parecen graciosos, el tipo de azúcar que me gusta, que es la blanquilla de siempre. Y cómo si hubiera tenido un presentimiento, había hecho que por la mañana le llevaran unos pasteles que son mi pasión: los riñones de toda la vida.
Un año en los mayores se nota. Yo se lo noté: menos fuerza para levantar la cabeza, el pulso más temblón, más descuidado el aspecto.... pero las mismas ganas de servir, de agradar, de acoger. "pasa al salón " me dice, "voy a prepararte el café".
El viejo reloj me recuerda su presencia con su fuerte tic-tac. Ahí esta en la pared desde hace más de cien años . Lo ha acompañado toda su vida, su infancia y la de sus padres. Ha acompasado miles de rosarios, ha hecho con sus campanadas la marcha fúnebre de tantos familiares difuntos que se han velado en ese mismo salón. Ya no queda nadie...
Encima de la mesa las gafas, el Evangelio diario, lumen fidei, el breviario, la Biblia.... "Este hombre reza mucho más que yo", pensé... y es cierto.
Una hora estuve con él. sus problemas eran los mismos, sus penas las mismas, sus inquietudes las mismas... nada había cambiado en un año. Tampoco su soledad. Me contaba que el timbre solo suena por las mañanas porque llama el cartero, pero nunca más.
Me despedí con un abrazo y en los ojos de Manuel (así se llama mi viejo amigo) pude ver la mirada de Cristo que me agradecía la compañía en ese monte calvario que es la soledad.
Recuerdo especialmente sus ultimas palabras : "Tú eres como Cristo, José". Yo le respondí: "No Manuel, Cristo eres tú. Yo soy el que me he olvidado de ti durante un año. Prometo que no volverá a suceder."
¿Tienes algún amigo enfermo, anciano, solo....? Hazte un favor y ve a visitarlo.
38. ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
39. ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
40. Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
Ayer pude experimentar la alegría que sintió un amigo anciano al que hacía mucho tiempo que , por unos motivos u otros, no podía visitar.
Llamé a su portero automático y con voz triste, apagada, contestó: ¿quién es? cuando me escuchó , su voz se volvió fuerte, alegre y sobre todo transmitía deseo de que el encuentro se produjera pronto: ¡Ay que alegría! ¡sube, sube, sube! ¡Ay que alegría!.
Mientras esperaba el ascensor para subir, pensaba en lo fácil que resultaba hacer felices a los mayores. No hace falta más que un poco de atención y en este caso en concreto, hacía falta sembrar algo de ilusión, de amor de Dios en ese corazón cansado por los años, pero fuerte y más capaz que nunca para dar y recibir.
Nada había cambiado en la casa, la cafetera me recibía con su alegre gorgoteo, con el buen aroma del café que hacen esos viejos trastos . Mi amigo me esperaba en la cocina preparándolo todo porque sabe que me encanta el café. Había preparado mi taza ,que sabe cual es porque no cabe ni mucho ni poco, y porque los pajarillos que la adornan me parecen graciosos, el tipo de azúcar que me gusta, que es la blanquilla de siempre. Y cómo si hubiera tenido un presentimiento, había hecho que por la mañana le llevaran unos pasteles que son mi pasión: los riñones de toda la vida.
Un año en los mayores se nota. Yo se lo noté: menos fuerza para levantar la cabeza, el pulso más temblón, más descuidado el aspecto.... pero las mismas ganas de servir, de agradar, de acoger. "pasa al salón " me dice, "voy a prepararte el café".
El viejo reloj me recuerda su presencia con su fuerte tic-tac. Ahí esta en la pared desde hace más de cien años . Lo ha acompañado toda su vida, su infancia y la de sus padres. Ha acompasado miles de rosarios, ha hecho con sus campanadas la marcha fúnebre de tantos familiares difuntos que se han velado en ese mismo salón. Ya no queda nadie...
Encima de la mesa las gafas, el Evangelio diario, lumen fidei, el breviario, la Biblia.... "Este hombre reza mucho más que yo", pensé... y es cierto.
Una hora estuve con él. sus problemas eran los mismos, sus penas las mismas, sus inquietudes las mismas... nada había cambiado en un año. Tampoco su soledad. Me contaba que el timbre solo suena por las mañanas porque llama el cartero, pero nunca más.
Me despedí con un abrazo y en los ojos de Manuel (así se llama mi viejo amigo) pude ver la mirada de Cristo que me agradecía la compañía en ese monte calvario que es la soledad.
Recuerdo especialmente sus ultimas palabras : "Tú eres como Cristo, José". Yo le respondí: "No Manuel, Cristo eres tú. Yo soy el que me he olvidado de ti durante un año. Prometo que no volverá a suceder."
¿Tienes algún amigo enfermo, anciano, solo....? Hazte un favor y ve a visitarlo.
domingo, 28 de julio de 2013
ERES GRANDE SEÑOR!!!
Momento en que Fernando y yo, prometíamos obediencia y celibato ante nuestro Obispo, Monseñor Ciriaco Benavente Mateos, en la capilla de la Casa Diocesana de Ejercicios de Albacete. |
Es la única frase que se me ocurre decirle a nuestro Dios después del gran regalo que ha sido la ordenación de diácono. No sé explicar lo que siento. No soy capaz de contaros con palabras la felicidad que me inunda, lo grande que es sentirse así.
No me ha quitado el Señor ni una sola de mis debilidades, no me ha dado más simpatía, ni me ha hecho mejor persona.... soy el mismo; y sin embargo siento que a pesar de todo lo que soy, Dios me ha confirmado con la ordenación que el paso dado no es en falso, que este era el camino que quería para mí.
Lo he visto en tantas cosas.... en la cantidad de personas que, sin apenas conocerme se han alegrado conmigo por la Iglesia. En muchos testimonios emocionados que me daban las gracias por mi SÍ generoso.... (¡Qué lástima!, pienso en mis adentros. Me siento tan feliz que me parece puro egoísmo y no encuentro en el paso dado nada de sacrificio. Todo lo contrario.)
El camino empieza ahora. Queda todavía mucho por andar y sé que la cruz va a aparecer. Debe aparecer para convertirme de verdad en otro Cristo. Vendrán la alegría con olor a palma de olivo de Jerusalén y el dolor con sabor a la sangre sudada en Getsemaní. Vendrán la multitud que se agolpa en los milagros y la soledad del desierto.....
Todo lo quiero Señor. Lo quiero por ellos y por Ti. Lo quiero porque sigo siendo egoísta y he aprendido que sólo a tu lado puedo ser realmente yo.
jueves, 13 de junio de 2013
COSICAS
Buenas a todos!!! tengo cosas que contaros. A ver si no me enrollo.
La más importante:
El día 6 de Julio está previsto que se celebre la Ordenación de Diáconos en la
que , si Dios quiere, recibiré el Sacramento del Orden en su primer grado junto
a mi hermano Fernando Zapata. Será en la
Parroquia de San Blas de Villarrobledo a las 11 de la mañana. Estáis todos
invitados a compartir este gran momento con nosotros.
Por
otra parte, ya sabéis la debilidad que siento por el que fuera nuestro Obispo
de Albacete, Monseñor Ireneo García Alonso, del que el pasado día cuatro se
cumplió el primer aniversario de su llegada a la Casa del Padre. Monseñor
Ciriaco Benavente presidió la Eucaristía en la Catedral de la Ciudad. Al
finalizar familia y Obispo rezaron un responso en la capilla de la Virgen de
los Llanos, donde reposa el cuerpo de D. Ireneo. Se ha convertido aquella
capilla en un relicario que guarda en su interior los restos de un santo. Se ha
visto enriquecido el suelo de nuestra Catedral con tan precioso tesoro. Envío desde aquí un fuerte abrazo a sus
hermanas, a las que tengo un gran cariño.
El curso ha
terminado, y desde estas llanuras de la Mancha, miro ya con cariño y gratitud
hacía levante. No todo ha sido un camino de rosas en Alicante, para qué nos
vamos a engañar, pero lo cierto es que los años pasados allí han servido para
reforzar mi vocación y formación y sobre todo para hacer mucho mayor el rosario
de personas a las que quiero.
Espero que,
libre ya de exámenes, pueda tener más actualizado el Blog. Un abrazo!!
domingo, 5 de mayo de 2013
DIOS QUIERE HABITAR EN NOSOTROS
Me dicen que tengo casi abandonado el blog y llevan razón, pero este curso de sexto no me deja mucho tiempo. Venga exámenes a toda hora. Por eso os dejo esto que acabo de escribir para mi comunidad. Los domingos en vísperas, los alumnos de sexto predicamos. Hoy me toca a mí. Os lo dejo para que lo veáis y quién sabe lo mismo os sirve de algo. Un abrazo a todos.
Acabamos de escuchar una descripción de la ciudad santa, la Jerusalén
que desciende del cielo. Inevitablemente aparecen en nuestros corazones los
deseos por conocerla, por habitar algún día en ella. Hemos oído en otras
ocasiones que en ella no habrá llanto ni dolor, que Dios habitará en ella en
medio de su Pueblo. Hemos oído hoy que no necesitan la luz de la lámpara, ni
del sol, ni de la luna, porque la luz de Dios irradiará sobre ellos.
¡Qué ilusión saber que todos tenemos reservado un lugar en
esa ciudad! ¡Qué hermoso saber que Dios quiere que seamos sus invitados
especiales, dándose a todos por completo, porque todo lo llena Dios!
Con la ilusión de la promesa aparece, o debe aparecer también
la pregunta. ¿Cómo conseguir siquiera una pequeña habitación en esa ciudad?.
Que ciegos somos a veces, yo el primero. Que mal aprovechamos
las oportunidades, que se nos dan a diario. Nosotros especialmente,
seminaristas, llamados por Dios a seguirle de una forma radical, anunciando el Evangelio
con nuestra vida entera, dejamos marchitarse las flores que día tras día nos
ofrece el Señor. Son las flores de su Palabra, de su Cuerpo y su Sangre, de su
presencia en los hermanos y en los acontecimientos diarios.
Estamos subidos a un tren del que nos cuesta bajar.
Encantados de conocernos, pensamos que es nuestra forma de actuar la correcta,
que son los otros los que se equivocan, que nadie puede corregirnos, porque
nosotros ya lo sabemos todo. Muchas
veces ni siquiera tenemos un espacio para que Dios nos haga una corrección,
venimos a los momentos de oración ya organizados: Hoy me toca leer este santo,
hoy me toca rosario, hoy repaso mentalmente el examen de mañana… Tenemos la
seguridad de saberlo todo y qué pena… no sabemos nada.
Bien puede servirnos la imagen de la Virgen María en este mes
de Mayo, en este día de la Madre, en este tiempo de Pascua.
María no sabía nada, y es precisamente por eso, porque no sabe
nada, por lo que es elegida. Es por su humildad, por su pureza de corazón, por
lo que es elegida para la gran tarea que tenía que realizar: Traer a Dios al
Mundo.
Pero no cualquiera
podía traer a Dios al Mundo. Tenía que ser aquella que era pura, humilde,
buena, última. Aquella que no entendía nada , pero que lo guardaba todo en su
corazón. De Dios era y a Dios se lo ofrecía continuamente.
María, mujer habitada por Dios, La Jerusalén celestial, la
ciudad Santa, ciudad habitada por Dios. No nos damos cuenta??? Es esta la
llamada que estamos recibiendo a diario: Ser María, ser ciudad habitada por
Dios, iluminada por Dios. Porque en la medida en que nos dejemos habitar e
iluminar, seremos capaces de trasmitir la luz, de facilitar que Dios habite en
los otros.
Pero si ya lo sé todo, si ya nadie puede aportarme nada, si
ya tengo la medida del Dios que me interesa, de la misión que me interesa y de
la Iglesia que me interesa, entonces no dejo lugar a Dios en mi esquema. Es mi
esquema , no es el de Dios.
Pidamos a Dios que nos
transforme y nos dé un corazón como el de la Virgen María, capaz de decir SÍ,
aunque no nos guste, capaz de asumir lo que no entendemos, capaz de acoger a
Cristo.
Para eso estamos aquí. Queremos saber si de verdad, Dios nos
llama a ser sacerdotes. Estar aquí no nos lo asegura, pero si nos permite
descubrirlo con los medios que se ponen a nuestro alcance.
Cuando uno ve que el tiempo se acaba, que llega el momento de
saltar del nido, aparece el miedo, o al menos a mí me está pasando, y al hacer
la lectura de lo vivido, descubres que cuando te has dejado moldear por Dios
has sido su ciudad. Sin embargo cuando ha prevalecido la cabezonería o el
orgullo ha sido el demonio el que te ha convertido en su pequeño secuaz.
Dejemos que el Señor nos moldee y nos forme para poder algún
día ser como María habitados por Dios y hacer como María el gran milagro de
traer a Dios al Mundo.
jueves, 21 de marzo de 2013
SEMINARIO DE ALBACETE
Como siempre llego tarde. Aun así os dejo una foto de nuestro seminario. Falta Antonio en la foto. Albacete cuenta con seis seminaristas. No somos muchos, pero armamos mucho ruido, y sobre todo tenemos muchas ganas de servir a nuestra Iglesia. En la foto estamos con nuestro Obispo, D. Ciriaco y nuestro rector D. Pedro Ortuño. Fue tomada con motivo del inicio de curso en Orihuela, donde se forman los filósofos. Rezad por nosotros!!!!
jueves, 14 de marzo de 2013
GRACIAS BENEDICTO XVI.
No es tarde. Es precisamente ahora el momento para agradecerte Santo Padre, todo lo que has hecho por la Iglesia de Dios que peregrina en la Tierra. Leerte me ha servido para comprenderte y conocer mejor el amor que sientes por la Iglesia y por Dios.
Han sido muchas cosas, muchos momentos, muchas palabras de Verdad que nos ha regalado.
Que Dios te bendiga, y te dé salud para que sigas orando y trabajando por nuestra Iglesia.
Gracias.
martes, 5 de marzo de 2013
PADRE ERNESTO CAMPS GINESTAR
Corrían los
primero años de la década de los 80. En el radiador que había junto a mi
pupitre, los bocadillos luchaban por hacerse un hueco en el que esperar la hora
del recreo. La Srta. Conchi se afanaba por explicarnos la lección de lenguaje.
Faltaron las fotocopias y ella me pidió que me acercara a la secretaria del
colegio para que me hicieran más copias.
No estaba
seguro de saber llegar, es más, creo que me perdí en el trayecto. Los largos
pasillos del Colegio de los Escolapios de Albacete, eran mucho para mis cortas
piernas. Aquel olor a material escolar me encantaba. Conforme iba avanzando
podía escuchar la vida del interior de las aulas. Tras una puerta una poesía,
tras otra números, tras la siguiente una oración, más adelante el tocadiscos de
D. Diego del Rey me regalaba un trocito del “Cascanueces” . Casi al final del
pasillo la voz andaluza de D. José María en el gimnasio, animaba a los alumnos a cantar “Margarita se llama mi
amor”, mientras calentaban.
Dos escalones
y me encontraba ya en el precioso patio central, con sus enormes columnas y
jarrones. A la izquierda la escalinata de mármol, rematada con la hermosa
vidriera de San José de Calasanz: “Piedad y Letras”. Después la portería, la
puerta de salida a la calle y un poco antes del salón de actos, por fin
encontré la secretaría.
Nada más
entrar me encontré con el mueble de la recepción que era mucho más alto que yo.
No veo nada, solo percibo el olor a un cigarro recién encendido y escucho que
alguien teclea la máquina de escribir tras el mueble. Descubro un hueco por el
que me puedo asomar y veo a un señor que
muy atento mira un listado ayudado de una regla…
Parece tan ocupado
en su trabajo que siento miedo de interrumpirle, pero en clase me esperan para
entregar las copias. Tomo fuerzas y desde aquella ranura me atrevo a decir:
¿Perdone?.
El Señor
levanta la cabeza y al no ver a nadie por encima del mueble, mira rápidamente a
esa ranura en la que me encuentro. Por lo visto no era la primera vez que un
niño le llamaba desde allí.
Se puso de
pie. Era altísimo y muy delgado. Con voz
grave y alargando el saludo me dijo:¡ HOLAAAAAA!
Era el Padre
Camps, que sonriéndome como si me conociera de toda la vida salió a mi
encuentro. Recuerdo que me sentí querido con su mirada, con su sonrisa, con su simpatía.
Me parecía estar delante del mejor de los abuelos, pues después de atenderme
prestando la atención que sólo requeriría una persona importante, me regaló
unos caramelos.
Desde entonces
de una manera u otra he vivido junto a él. En mis años de estudiante en el
colegio y después como miembro de la fraternidad de laicos escolapios.
Hace muy poco
se nos ha ido al cielo, discretamente, como siempre vivió. Sin grandes
ceremonias, como él celebraba, sin exagerados ornamentos, como siempre se
revestía.
Nos deja el
testimonio que dejan los santos: de profundo amor a Dios y a su Iglesia. Él lo
vivió como escolapio de primera. La imagen del “santo viejo” , San José de
Calasanz, se ha paseado por las calles de Albacete y por los pasillos de la casa
escolapia de esta ciudad durante muchos años. Ahora, según su deseo, descansa
en el Cementerio “Ntra. Sra. de Los Llanos” de Albacete, en el Panteón de los
Escolapios.
La Tierra de
nuestro querido Camposanto se ha enriquecido con las reliquias de un santo ,
nuestras memorias y corazones están surtidos de miles de recuerdos vividos
junto a él. Recuerdos tan sencillos como su persona.
Muchas cosas
ha hecho por nuestra ciudad de Albacete el Padre Ernesto. Entre ellas destaca
como una gran luz , los miles y miles de niños y jóvenes a los que también
educó.
También la
Semana Santa Albaceteña tiene mucho que agradecerle, pues fue él junto con el
P. Calasanz y D. José María Serrano los que fundaron la Cofradía de la “Entrada
Triunfal de Jesús en Jerusalén” (ahora Ntra. Sra. del Mayor Dolor).
La última vez que hablé con él,
hace apenas un mes, estaba en la casa de la Malvarrosa en Valencia, lo habían
llevado allí para que fuera mejor atendido. Me contaba que estaba mejor, que se
iba a recuperar para poder venir a mi ordenación diaconal: No ha podido ser,
pero mi alma encuentra paz al saber con total certeza que será desde el cielo
desde donde lo celebre.
Gracias Padre Camps por todo. Sé
que puedes hacerlo, por eso te pido que me ayudes, que intercedas ante el Jesús
que tanto amaste, para que yo sea capaz de vivir mi sacerdocio (si finalmente
el Señor me bendice con él) con la misma humildad y entrega que tú lo hiciste.
No te olvido. Te quiero. Nos
vemos!!!!
domingo, 6 de enero de 2013
LA ESTRELLA LOS LLEVÓ A JESÚS
Hoy me he fijado en ti. En ti que ocupas un pequeño espacio en mi belén. En algunos belenes ya no estás o has sido sustituida por otros adornos: una bola de navidad por ejemplo.
Esta mañana he reparado en tu importancia, hermosa estrella de Belén.
Gracias a tu aparición los magos sintieron la llamada a ponerse en camino, con sólo mirarte, sintieron una gran felicidad, según nos cuenta el evangelista. Escudriñaron el cielo, hicieron sus cálculos, estudiaron en profundidad. Los moviste a creer y crecer, a soltar lastres , a dejar las comodidades de sus palacios para seguirte, porque querían verte de cerca, querían conocer con certeza lo que querías mostrarles.
Y es que esa era tu misión, hermosa estrella: Mostrar al Salvador del Mundo, llevar a las personas al encuentro con Él. Te pareces a María su Madre, te pareces a Juan, su primo, me recuerdas a tantos y tantos santos que han tenido como único objetivo y misión mostrar a Jesús Dios y hombre verdadero.
Querida Estrella, con tu permiso quiero aprovechar esta misma carta para dirigirme a esos que están justo debajo de ti. A esa Sagrada familia a la que iluminas desde lo alto.
Señor Jesús: ¡Haznos estrellas de Belén!. Ilumina nuestros rostros con tu eterno amor para que seamos capaces de iluminar a otros. Danos de esa felicidad que sólo en el cielo puede vivirse en plenitud, para que guiemos a nuestros hermanos hacia ti utilizando tu misma sonrisa. Danos tu paz y tu ternura, pequeño niño Jesús, para que podamos transmitirla a todos los hombres y mujeres, especialmente a los que más sufren.
María, Madre buena: ¡Haznos estrellas de Belén!. Intercede por nosotros ante tu Hijo, para que nos conceda tu pureza, para que regenere nuestra virginidad, para que nos dé un poquito de tu fe y confianza. Acompáñanos Madre en todos nuestros “partos”, en nuestros dolores y esfuerzos, en nuestras tristezas y alegrías.
Buen San José: ¡Haznos estrellas de Belén!. Pídele a Dios por nuestras familias que se deshacen por el egoísmo. Enséñanos a obedecer y confiar, a luchar por nuestras esposas y esposos, por nuestros hijos. Que ante las dificultades en los matrimonios, seamos capaces de mirarte a ti, ejemplo
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