Vistas de página en total

lunes, 16 de abril de 2012

LLAMADOS A RESUCITAR

Hubiera podido actualizar antes, pero no me ha apetecido, de hecho no tengo nada de ganas de hacerlo, pero siento que también me debo a los que cada vez más asiduamente os asomáis a esta ventana.

Uno nunca termina de aprender a sobrellevar los golpes que da la vida. Sólo la confianza en Dios , la fuerza que de Él nos viene, es capaz de ayudarnos.

Mi madre me ha repetido en multitud de ocasiones que soy tonto de remate. Cada vez estoy más convencido de que es cierto. Siempre me ha dicho que me las dan todas en el mismo sitio, y lleva toda la razón. Me niego a creer que la gente actúe con mala intención. Siempre creo que las personas , en su sano juicio, sólo se equivocan, pero nunca buscar hacer el mal o humillar a otras personas.

Esto no es así. Lo he vuelto a comprobar hace poco. La traición existe por mucho que me duela afirmarlo. Existe la traición, la burla, y la humillación gratuita.

Esto, cuando se vive en la propia carne, siempre es doloroso, pero lo es mucho más cuando la desilusión te viene de parte de aquellos de los que esperabas palabras de aliento, comprensión, animo….

Esto pasa también en la Iglesia, lo hacen también hombres de Iglesia, muy pocos gracias a Dios. Algunos que en teoría se han formado para ser pastores y que en ocasiones bien parecen haberse convertido en zorros que atacan al redil. No les va a salir bien en este mundo, y pena me da de lo que les espera en el otro, pues la factura será mucho mas grande para los que sabiendo cómo deben actuar, se dejan llevar por la vida fácil dejando la lengua a sus siete vicios en contra de su propia familia.

Menos mal que el Jefe es otro, menos mal que al final el Juez será otro, el que decidirá nuestro futuro será Dios mismo.

Todo habla ahora de Resurrección. A eso estamos llamados. Yo le pido al Señor que me conceda la capacidad de perdonar, de resucitar por entero.
Pido también la astucia, la audacia, la paciencia, para recordar muy bien durante toda la vida las cosas que me ahora me hacen sufrir, no por rencor, sino para evitar caer en los mismos defectos. Dicen los estudios que un niño que ha crecido en una familia en la que han existido los malos tratos, tiene muchas posibilidades de ser maltratador. Líbranos Señor a nosotros de caer en esto.

CRISTO HA RESUCITADO, RESUCITEMOS CON EL.

2 comentarios:

  1. Con su pasión y muerte, Cristo hizo lo más dificil, pero eso no significa que el camino que nos queda por andar sea sencillo. Muchas veces nos encontraremos no sólo con dificultades, sino con traiciones muy dolorosas. Más si lo son de aquellos que menos se espera. Pero hasta en esto podemos aprender de Él, ya que el mismo Jesús fue traicionado y entregado por uno de sus más íntimos discípulos y amigos, uno de los doce que Él eligió. Y aceptó la traición de Judas, representada y medio escondida con un acto tan bello como un beso, y cargó con sus consecuencias, pues sabía que ése era el plan del Padre, y que ese sufrimiento, ese dolor por ser traicionado, no era otra cosa que el comienzo de la pasión que acabaría salvando al mundo.

    Por eso, hasta en los momentos más duros (sobre todo en momentos así) debemos acogernos a Cristo y ser como Él, perdonando y no guardando rencor, aprendiendo para no causar nosotros mismo ese dolor. Me gusta cuando dices que las personas no hacen el mal, sólo se equivocan. Hay veces que parece no ser así, pero lo es (al menos yo pienso así) ya que dentro de cada uno de nosotros está el mismo Dios, y nuestra humanidad no es lo suficientemente grande como para corromper lo Divino que hay en nosotros. Recemos por nosotros y por los demás, especialmente por quiénes nos han hecho mal, para ninguno nos equivoquemos y para que cuando lo hagamos, resucitemos de nuevo con Dios.

    ResponderEliminar
  2. Señor, dame paciencia, porque como me des fuerzas sacrifico a la mitad.

    Belmonte

    ResponderEliminar